NEWS

Cincuenta tipos de farola iluminan la ciudad

El PSPV califica de decimonónico el muestrario de luminarias y reclama una planificación eficiente

Modelo San Sebastián. La farola más cara en el puente del Ángel Custodio.
  






Modelo San Sebastián. La farola más cara en el puente del Ángel Custodio. manuel molines
H. García, Valencia
Exposición, Valencia, Moratín y Fernando VII son los nombres con con los que se conocen algunos de los 50 tipos de farolas que iluminan las calles, plazas, monumentos, bulevares y zonas deportivas de la ciudad. El censo de luminarias de la ciudad asciende a 92.669 -una por cada ocho habitantes- y seguirá en aumento gracias al fondo de inversión local de Zapatero y a que el Ayuntamiento de Valencia gastará seis de los 141 millones de euros que le tocan para instalar más puntos de luz.
El consistorio editó hace trece años, con Juan Manuel Castañer (UV) al frente de la Concejalía de Urbanismo y Alumbrado, un cartel conmemorativo bajo el lema Alumbrado público de Valencia (1886-1995). Respeto por la tradición que mostraba fotografías de los 15 modelos existentes en Valencia. El lema señala cuales eran los gustos de los gobernantes del momento que apostaron por recuperar modelos clásicos como los de la Exposición Regional de 1909. Hasta 6.000 euros se gastó el ayuntamiento gobernado por Rita Barberá en recrear los modelos decimonónicos. La farola Exposición se mantiene en el muestrario y en la actualidad cuesta 10.312 euros. El récord lo tiene la San Sebastián (12.634 euros), inspirada en los báculos del paseo de la Concha. El gobierno del PSPV mandó fabricarlas para el puente del Ángel Custodio.
El muestrario de farolas se ha ido modernizando e incorporando columnas más minimalistas y luminarias de bajo consumo. No obstante, la delegación de Alumbrado, al frente de la cual está el Juan Vicente Jurado, mantiene la querencia por modelos tradicionales como el Moratín, que imita la estética modernista, o el Serranos -uno de los más caros- cuya base está formada por cabezas de leones mitológicos.
La amalgama de farolas -hay calles que tienen hasta 4 tipos de luminaria distintos- y los frecuentes cambios de modelos evidencian, a juicio del PSPV, que no existe una planificación "seria" del alumbrado en la ciudad. El número de farolas ha ido aumentando año tras año, pese a las normativas que llaman al ahorro y la eficiencia energética.
Nueve millones de factura de luz
El gobierno local dice que está en el camino y que el 70% de las luminarias ya tiene reguladores de flujo. Un dato que no se corresponde con una moderación de la factura eléctrica. En 2003, el ayuntamiento gastó 5,8 millones en alumbrado público. Cinco años más tarde y con un 17% de puntos de luz la factura supera los 9 millones de euros (ha subido un 57%). Del Río reclamó al Jurado que "se tome en serio el tema porque tenemos un modelo de alumbrado altamente ineficaz cuya evidencia es un muestrario de farolas obsoleto y decimonónico y una factura de la luz en aumento".
El PSPV aboga por elaborar una auditoría del alumbrado público que establezca cuales son las necesidades reales de la ciudad y qué se puede hacer para ganar en eficiencia.